POETAS


BECQUER











¿Qué es poesía?, dices mientras clavas


en mi pupila tu pupila azul.




¡Qué es poesía!, ¿Y tú me lo preguntas?


Poesía... eres tú.




















Porque son, niña, tus ojos


verdes como el mar te quejas;


verdes los tienen las náyades,


verdes los tuvo Minerva,


y verdes son las pupilas


de las hurís del Profeta.


El verde es gala y ornato


del bosque en la primavera.


Entre sus siete colores


brillante el Iris lo ostenta
.
Las esmeraldas son verdes,


verde el color del que espera


y las ondas del Océano


y el laurel de los poetas.


Es tu mejilla temprana


rosa de escarcha cubierta,


en que el carmín de los pétalos


se ve al través de las perlas.


Y sin embargo,


sé que te quejas,


porque tus ojos


crees que la afean:


pues no lo creas.


Que parecen sus pupilas,


húmedas, verdes e inquietas,


tempranas hojas de almendro


que al soplo del aire tiemblan.


Es tu boca de rubíes


purpúrea granada abierta


que en el estío convida


a apagar la sed con ella.


Y sin embargo,


sé que te quejas


porque tus ojos


crees que la afean:


pues no lo creas.


Que parecen, si enojada


tus pupilas centellean,


las olas del mar que rompen


en las cantábricas peñas.


Es tu frente que corona


crespo el oro en ancha trenza,


nevada cumbre en que el día


su postrera luz refleja.


Y sin embargo,


sé que te quejas


porque tus ojos


crees que la afean:


pues no lo creas.


Que, entre las rubias pestañas,


junto a las sienes, semejan


broches de esmeralda y oro


que un blanco armiño sujetan.


Porque son, niña, tus ojos


verdes como el mar te quejas;


quizás si negros o azules


se tornasen lo sintieras.